Practicar Aikido
El Aikido es una práctica que proporciona a sus practicantes muchos beneficios tanto en el ámbito de la salud física como en el del bienestar emocional. Además, como arte marcial y si es estudiado con seriedad, proporcionará al aikidoka herramientas muy valiosas para la defensa personal.
Pero esto no es todo. El Aikido esconde mucho más para aquellos que deseen profundizar en su estudio. Morihei Ueshiba, O’Sensei, Fundador del Aikido, decía que el Aikido es un estudio del espíritu. Debemos reflexionar sobre ésto, en el contexto de un arte marcial. A su vez, Yamaguchi sensei nos recuerda que el trabajo espiritual va ligado a la práctica física. De esta forma, el progreso físico y espiritual del aikidoka van unidos, y es en la expresión física del Aikido donde se apreciará la evolución del practicante.
Fluir dentro del conflicto, no es una tarea fácil. Por norma general, las personas respondemos ante la agresión de dos formas totalmente opuestas: lucha o huida. El Aikido propone una tercera vía, en la cual entramos en el conflicto, manteniendo la calma y la serenidad que nos proporciona la experiencia y trabajamos de forma fluida y no agresiva para su resolución. Para ello, los movimientos del Aikido se basan en la no-resistencia, esto es, no luchas contra las circunstancias si no utilitzarlas a nuestro favor, y en todo este proceso, tratar de no dañar a nuestro atacante.
Nuestra escuela forma parte de la Federación Nacional de Aikido Aikikai a través de Spain Aikikai, contando con el reconocimiento oficial de la IAF, International Aikido Federation y del Hombu Dojo de Tokio. Con esto garantizamos que los seminarios, exámenes, grados y titulaciones de enseñanza tenga validez y sean reconocidos en cualquier parte del mundo.
Aikido adultos

Una de las características de Aikido es que realiza un estudio del Budo desde un punto de vista tradicional a pesar de ser un arte moderno. A diferencia de la mayoría de gendai budo, el Aikido no posee competición. La práctica se realiza en forma de estudio que lleva al perfeccionamiento y la intensidad de la práctica se adapta a cada uno de los practicantes por lo que es apto para cualquier persona independientemente de su edad o sexo.
Muchas personas se sienten atraídas por las artes marciales, ya sea por interés cultural, por la fascinación que provoca todo lo oriental o por la influencia del cine. Sea cómo sea, y si éste es el caso, esta fascinación se puede canalizar hacia un trabajo muy enriquecedor para el practicante.
Aikido, cuando se integra, va a calmar a una persona nerviosa y va a despertar a una persona demasiado relajada. En definitiva este arte busca un equilibrio en cualquier aspecto. Reforzar lo débil, suavizar lo rígido, pulir el espíritu. Encontrar la acción adecuada en cada situación.
El equilibrio solo puede alcanzarse a través de un trabajo global cuerpo-mente-espíritu. Es por esto que en una clase de Aikido se trabaja de forma integral sobre el individuo. Una buena técnica es importante, pero no es suficiente para la práctica del Aikido. Una mente en calma también resulta crucial, pero sin una técnica adecuada o un espíritu conciliador no nos acercará al Aikido. El hecho de tener que trabajar a nivel integral también nos ayudará a alcanzar el equilibrio tan deseado.



